Es un programa de rehabilitación, el cual tiene como propósito el devolverles la movilidad a animales que de una forma u otra han quedado discapacitados, a través de un sillón de ruedas que es hecho a su medida. Este programa es dirigido por el arquitecto Walter Gómez, quien tomó la iniciativa de crear un sillón de ruedas para nuestro amiguito “Valiente”, ya que los dos sillones que se habían ordenado para él, no habían resultado efectivamente.
Anteriormente, un perro que no podía utilizar sus patas traseras era sacrificado, sin buscarle una segunda oportunidad de vida. Es por esto, que los protectores de animales han puesto fin a esta práctica en una parte. Incluso los perros cuadripléjicos pueden vivir felices con una silla de ruedas.
Los perros que no pueden usar sus patitas traseras para caminar o saltar pueden estar activos mental y emocionalmente. Una sillita de dos ruedas puede ayudar a un perro que no puede utilizar sus patas traseras a vivir una vida con menos limitaciones. Esta silla de ruedas especializada soporta el final del lomo del animal, por lo que puede utilizar sus patitas delanteras para moverse hacia adelante, hacia atrás y hacia ambos lados.
