Hoy queremos concienciar y sensibilizar a los numerosas personas que tienen perros que viven atados toda su vida sobre el calvario que les hacen sufrir a sus mascotas.
¿Considerarías tú tener una persona atada durante toda su vida un maltrato?
Pues para un perro es exactamente lo mismo.
¿Debes amarrar tú mascota? En resumen, NO. Esto no incluye ni se refiere a los paseos en leash. Tampoco se refiere a si lo vas a bañar y lo tienes que amarrar un momentito, hay excepciones pero ninguna debe convertirse en la norma, durar horas y mucho menos el diario vivir de una mascota.
Los estudios demuestran que los perros que son permanentemente amarrados son:
Más agresivos, ansiosos y obsesionados con liberarse de las cadenas. Es muy frecuente que demuestren conductas obsesivas como correr alrededor del área donde está amarrado.
Nosotros en Puerto Rico, debemos ser especialmente cuidadosos con esta práctica de amarrar nuestras mascotas afuera. Los choques de calor, especialmente durante el verano, no hace muy inteligente esta práctica. El desespero que les crea el calor, hace que el perro se torne muy agitado, lo que incrementa su temperatura corporal e independientemente de que el perro tenga agua cerca o no, el perro sufrirá un choque de calor.
Los perros que se amarran fuera de la casa son más propensos a sufrir accidentes. Su comportamiento errático e impredecible logra que dentro de su desespero se hagan daño a sí mismos con la cadena, el collar le hará presión en el cuello y provocará la pérdida de pelo y/o piel, lo que muy probablemente resultará en una infección, sin mencionar el hecho de que la probabilidad de que se ahorquen, es muy alta.
Alza la voz por todos los perros encadenados o ayuda a un solo perro que lo necesite, y no olvides compartir con todas las personas que conoces.