SÍNDROME NADADOR DE PERROS

El síndrome del nadador, también llamado síndrome del cachorro plano, es una anomalía del desarrollo en crías de perros. Se caracteriza por la dificultad para caminar, que viene dada por una gran debilidad en sus extremidades. Debe su nombre al aspecto que esta enfermedad otorga a los perros afectados, que hace que mantengan las patas extendidas y el pecho siempre apoyado en el suelo.

No se conocen con exactitud las causas de este problema, aunque hay quien lo atribuye a factores genéticos y ambientales. Se dice que las razas de patas cortas son más propensas a sufrirlo, como el Pekinés, los Bulldog Francés e Inglés y el Basset Hound. Sin embargo, esta enfermedad puede darse en perros de cualquier raza. Se sospecha que puede ser una de las muchas consecuencias negativas de la cría indiscriminada.

Hace algunos años se creía que este problema no tenía cura, por lo que muchos perros eran sacrificados innecesariamente. Hoy sabemos que con el tratamiento adecuado pueden incluso llegar a andar con normalidad, y que éste debe comenzar lo antes posible. De hecho, a veces la cura se realiza de forma espontánea, conforme el animal va creciendo, aunque siempre es conveniente consultar con un profesional.

Suele manifestarse a las dos o tres semanas de vida, cuando los canes comienzan a caminar. Éste es el momento ideal para comenzar una rehabilitación. La misma puede incluir sesiones de natación, muy beneficiosas para promover el movimiento correcto de las patas. El tratamiento también suele recoger el uso de vendajes de yeso adhesivo, que ayudan al animal a mantener las extremidades en la posición adecuada, aportando estabilidad.

La terapia física es de suma importancia y debe ser de 4 a 5 veces al día durante al menos 10 minutos. El suelo del lugar donde vive el animal deberá ser antideslizante, preferentemente suave para evitar un aplanamiento más intensa del esternón. Otro punto importante es el control de peso corporal, para evitar dañar y sobrecargar los miembros posteriores.

Además, es importante que los perros que sufren este síndrome vivan en una casa acondicionada para ellos. Por ejemplo, el suelo debe ser antideslizante, y a ser posible cubierto con un material suave. También es esencial que controlemos su peso, para evitar que sus extremidades se sobrecarguen. Con el tratamiento y los cuidados adecuados, un 90% de los cachorros llegan a recuperarse sin secuelas, aunque si el problema afecta a todas las extremidades el porcentaje disminuye.

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