La tos y la respiración dificultosa en perros pueden ser sintomáticas de varios problemas de salud caninos. Aunque la tos ocasional no es inusual en perros, la dificultad para respirar y la tos crónicas pueden ser signos de un problema de salud grave o de un bloqueo de las vías respiratorias.

Alergias

  • Las alergias son una de las causas más comunes de la dificultad para respirar en perros. Como los humanos, los perros pueden desarrollar alergias al humo, polen, polvo, y a insectos. Este tipo de alérgenos suelen irritar las vías respiratorias de los perros, dificultando la respiración. En general, las alergias caninas pueden manejarse removiendo el alérgeno de la presencia del perro. Los veterinarios pueden recetar un medicamento para la alergia.

Problemas de la vía respiratoria superior

  • La mayoría de los perros sufren de problemas en las vías respiratorias superiores como tos de perrera, asma y bronquitis. Resollar y toser seco es sintomático de las enfermedades de las vías respiratorias superiores. Mientras que la bronquitis y la tos de perrera suelen desaparecer después de una o dos semanas, el asma es una condición más crónica, la cual suele estar presente en los perros que sufren de alergias. El ronquido de los perros con asma suele estar acompañado de estornudos y moqueos nasales.

Parásitos del corazón

  • Los perros con parásitos en el corazón son identificables porque roncan, tienen falta de aire y tosen. Un can puede contraer parásitos por la mordida de un mosquito infectado, desde donde las larvas se depositan en su flujo sanguíneo. Un par de meses después, dichas larvas se convierten en parásitos que se alojan en el corazón de los perros y restringen el flujo sanguíneo. Con esa restricción, se les hace muy difícil respirar correctamente. Como resultado, roncan.

Acude al veterinario

  • Si tu perro tiene ataques de sibilancia viral crónicos o prolongados, acude al veterinario inmediatamente. En general, si ronca no es fatal. Sin embargo, en algunos casos indica un problema que requiere atención inmediata. Lo mejor es conseguir una opinión profesional para comprender mejor la situación individual de tu mascota. Nunca mediques a tu perro antes de consultar a tu veterinario.

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