El estrés está considerado como el mal del siglo y desafortunadamente, este no sólo aqueja a los seres humanos. El estrés es una respuesta física ante diferentes estímulos ambientales y psicológicos, aunque es cada vez más frecuente debido al ritmo acelerado y tenso que caracteriza la forma de vida de las personas de las ciudades.
Todos sabemos que los perros son animales sensibles que perciben lo que sucede en su entorno y, particularmente, los estados de ánimo de los miembros de su familia, sin embargo, muchas veces no tenemos presente que cuando estamos pasando por una mala situación y nos estresamos demasiado transmitimos esta mala vibra a las otras personas y, también, a nuestros perros.
Sentirnos mal en determinadas situaciones es inevitable, pero tenemos que aprender a controlarnos para no afectar a los demás, especialmente si nada tienen que ver con nuestros problemas.
Tu perro se porta más mal cuando tú estás estresado
Al igual que cuando estamos tranquilos y felices nuestros perros pueden percibir nuestro mal humor. Una situación muy común es que cuando nuestro nivel de estrés es alto el perro empieza a hacer más daños de lo normal, se hace pipí dentro de la casa o destroza todo lo que encuentra a su paso.
Los perros perciben, y se contagian, de la energía de quienes los rodean. Si en una casa los miembros de la familia se la pasan peleando, generalmente los perros que viven con ellos tienden a ser perros nerviosos, inquietos y que no prestan atención a lo que se les pide.
Si tú lo regañas estando estresado solo conviertes la situación en un círculo vicioso
La reacción natural de la mayoría de personas es regañar al perro cuando este hace algo que no es lo deseado y claro que debe ser así siempre y cuando se haga de la forma correcta, un perro debe entender el “NO” tanto como cualquier otro comando , pero si nos encontramos en un estado de poca tolerancia y un alto nivel de frustración, los resultados serán que el perro se comporte peor, lo que termina aumentando nuestro nivel de estrés y el del perro, haciendo que todo siga mal.
La mejor forma de no transmitirle estos estados de ánimo negativos a nuestros perros y al resto de la familia es aprender a canalizar la frustración, practicar un deporte, salir a caminar, escribir lo que nos molesta y luego botarlo, son estrategias que pueden evitar que los demás se vean afectados.
Los perros entienden más cuando tu estado de ánimo es positivo y acertivo
Los perros no entienden como tal las palabras, ellos entienden la entonación de la voz, nuestros gestos y nuestra energía. Una persona nerviosa transmite esta vibración a su perro al igual que una persona calmada transmite un estado de calma a su mejor amigo ¿en qué estado aprenderías mejor tú? lo mismo sucede con los perros, si están llenos de nervios y temores les costará mucho más entender qué es lo que se espera de ellos. Esto fue descubierto en un estudio publicado por el Journal Vet Behavior, en donde se comprobó que los perros responden mejor a su guía cuando esta está en un estado de calma, así le esté diciendo que eso no es lo que se debe hacer.
Muchas veces es difícil desligarnos de nuestras emociones, pero es importante que entendamos que no debemos desquitarnos con los demás, incluyendo a nuestros perros. Si algo no está funcionando en la relación con nuestros mejores amigos debemos preguntarnos ¿hay algo que estoy haciendo que transmite nerviosismo e inseguridad?
Información recuperada del siguiente enlace: https://medium.com/@mariapaulaobando/tu-estr%C3%A9s-afecta-m%C3%A1s-de-lo-que-crees-a-tu-perro-b6800c5d2705