Los medicamentos AINE son una clase de fármacos de amplio uso en la medicina tanto en seres humanos como en la veterinaria por sus propiedades antifebriles, antiinflamatorias y analgésicas, y son los medicamentos contra el dolor más comúnmente prescritos para los animales. La inflamación —la respuesta del organismo ante una irritación o una lesión— se caracteriza por enrojecimiento, sensación de calor, hinchazón y dolor. Estos medicamentos funcionan impidiendo que el cuerpo produzca los químicos que participan en el proceso de inflamación.

“Los científicos consideran los medicamentos AINE como el pilar de la terapia contra la osteoartritis en los perros”, explica la Dra. Melanie McLean, una veterinaria de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Algunos medicamentos AINE también se administran a perros y gatos para controlar el dolor después de una cirugía, pero ninguno de ellos ha sido aprobado para su uso a largo plazo en los gatos.

No obstante, los medicamentos AINE acarrean tanto riesgos como beneficios, y todo perro y gato debe pasar por el reconocimiento médico riguroso de un veterinario —incluyendo un análisis del historial médico de la mascota— antes de iniciar una terapia a base de ellos. McLean señala que también es importante que hable con su veterinario sobre los posibles efectos secundarios, incluyendo aquellos que podrían ser una señal de peligro.

Los riesgos y los efectos secundarios

A los medicamentos AINE se les asocia con úlceras o perforaciones gastrointestinales, toxicidad renal y hepática (daño por la exposición a medicamentos o sustancias químicas), y deben usarse con cautela en animales con problemas preexistentes del hígado o de los riñones.

Como la mayoría de los casos de toxicidad hepática se presentan durante las tres primeras semanas, es de especial importancia vigilar de cerca los resultados de los análisis de sangre durante las primeras etapas del tratamiento de largo plazo con medicamentos AINE en los perros. Además, antes de iniciar un tratamiento de largo plazo con estos medicamentos en los perros, deben llevarse a cabo análisis de sangre para establecer un punto de comparación, y luego repetirse de manera periódica. McLean recomienda que hable con su veterinario sobre la frecuencia con la que deben realizarse estos estudios de sangre.

Algunos de los efectos secundarios más comunes que tienen los medicamentos AINE en los animales y que se han reportado a la FDA, son:

  • vómito
  • disminución o falta de apetito
  • disminución del nivel de actividad
  • diarrea

Mientras administre medicamentos AINE a su mascota, permanezca continuamente al pendiente de la aparición de estos efectos secundarios, así como de sangre en las heces fecales, excremento pegajoso y de color oscuro, o un amarilleamiento de la parte blanca del ojo o de las encías. Si detecta alguno de éstos síntomas, llame a su veterinario de inmediato, recomienda McLean. Entre otros efectos secundarios de los que se informa están úlceras estomacales e intestinales, perforación intestinal (un hoyo en la pared del intestino), insuficiencia renal, insuficiencia hepática y la muerte.

Administrar dos medicamentos AINE al mismo tiempo o hacerlo en combinación con un esteroide, tal como la prednisona, puede aumentar significativamente el riesgo y la gravedad de los efectos secundarios, en especial de la toxicidad gastrointestinal.

Los riesgos relacionados con estos medicamentos se detallan en los folletos incluidos en el paquete y las hojas de información para el cliente que acompañan a todos los medicamentos AINE orales de uso veterinario aprobados por la FDA.

¿Son seguros para mi mascota los medicamentos de venta sin receta para uso en seres humanos?

McLean comenta que no es nada fuera de lo común que la gente quiera darles medicamentos AINE o acetaminofén (Tylenol y otras marcas de analgésicos que no son AINE) a sus mascotas directamente de su botiquín. “Muchos no se dan cuenta de que un medicamento que es seguro para las personas puede no serlo para los perros o los gatos, o que una dosis que es segura para las personas puede no serlo para sus mascotas”, señala.

De hecho, algunos analgésicos de venta sin receta médica (OTC, por sus siglas en inglés) para uso en seres humanos pueden ser tóxicos o hasta mortales para las mascotas. McLean sugiere que consulte primero con su veterinario si quiere darles medicamentos de venta sin receta para personas.

“Siempre debe consultar con su veterinario antes de darle a un animal cualquier clase de medicamento de venta ya sea con o sin receta”, afirma. Asimismo, los propietarios de mascotas no deben suponer que una medicina que es segura para un animal es necesariamente segura para otro.

La comunicación con su veterinario es fundamental. Antes de darle un medicamento AINE a un animal:

  • Asegúrese de saber para qué está prescrito el fármaco, qué cantidad administrar y por cuánto tiempo.
  • Estudie los posibles síntomas y efectos secundarios, en especial aquellos que exijan llamar de inmediato al veterinario.
  • Informe a su veterinario si su mascota tiene antecedentes de problemas gastrointestinales, tales como úlceras estomacales, o de alguna cirugía del estómago o los intestinos.
  • Informe a su veterinario si está administrándole a su mascota cualquier otro medicamento o suplemento.

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