Un poco más sobre esta triste condición, que nos arrebata un ser querido, un ser amado.
El cáncer es una de las principales causas de muerte en mascotas. La incidencia de cáncer en los perros es ligeramente superior a la de las personas, mientras que los gatos presentan cáncer con menor frecuencia.
Cuanto antes se detecta un cáncer, mayores probabilidades de curación tendremos. Por ello, es muy importante tomar todas las medidas necesarias para darnos cuenta lo antes posible de que algo extraño está pasando. Si su mascota o alguna mascota que alimenta en las calles, tiene masas de este tipo, trate de buscarle ayuda lo antes posible, antes de que sea muy tarde.
Es muy importante realizar un control veterinario anual (incluso dos veces al año en animales mayores). Mediante una exploración física completa y un análisis de sangre rutinario, nuestro veterinario puede detectar alteraciones antes de que sean evidentes o produzcan síntomas graves. Por ejemplo, nuestro veterinario puede observar un aumento de ganglios linfáticos que sea la primera señal del desarrollo del cáncer o en los análisis puede aparecer alguna alteración que requiera un examen en mayor profundidad.
Debemos aprender a vigilar a nuestra mascota. A la vez que lo acariciamos o jugamos con él, debemos prestar atención a la posible aparición de bultos o deformidades que pueden ser la primera señal de un cáncer. Debemos prestar atención a cualquier cambio en su comportamiento o actitud, sobre todo si son mayores. Y lo que es más importante: debemos acudir rápidamente al veterinario cuando detectamos cualquier problema.
Algunos consejos:
- Familiarizarte con los hábitos normales de tu perro. Observa la cantidad que come y bebe todos los días, para saber si comienza a comer o a beber más o menos. Detecta si tu perro deja de jugar con sus juguetes favoritos o comienza a hacer menos ejercicios. La pereza y el letargo suelen ser signos de enfermedad.
- Examina a tu perro con frecuencia para observar cualquier cambio en su cuerpo o en la piel. Muchos bultos pequeños suelen ser benignos, mientras que otros tipos de cáncer no se pueden ver ni sentir. Es importante saber qué es normal para el cuerpo de tu perro; un veterinario debe revisar cualquier anomalía tan pronto como la notes.
- Inspecciona la orina y las heces para observar cualquier cambio de tu perro. Cualquier moco o sangre en las heces, o cualquier olor fuerte en la orina pueden indicar que tu perro está enfermo. Tu veterinario tal vez quiera recoger muestras de las excreciones de tu perro, así que asegúrate de tomar nota de estos cambios para discutirlos con él.
- Programa un examen preliminar a tu mascota con tu veterinario. Él hará un examen físico exhaustivo y comprobará sus signos vitales para obtener una línea de base con la cual medirá los cambios en tu perro. También tomará muestras de sangre para comprobar irregularidades que no puedan verse.
- Discute tu propia documentación de los hábitos de tu perro con tu veterinario. Pídele que examine cualquier bulto inusual y coméntale si has notado algún cambio en su rutina normal que pueda indicar una enfermedad. Tu atención a los detalles ayudará a tu veterinario enfocarse más específicamente cuando esté buscando un posible cáncer o tumores.
- Solicita una radiografía para detectar cualquier anomalía en los órganos internos de tu perro. Una radiografía mostrará posibles tumores en su cuerpo que pudieran enfermarlo. Un CT o MRI es mucho más detallada y dará una visión más precisa a un veterinario de cualquier tumor potencial.
- Habla con tu veterinario sobre la posibilidad de hacer biopsias o una citología de cualquier crecimiento anormal que revele una radiografía, un CT o MRI. La citología extrae el líquido y las células del tumor, y las analiza para saber si son malignas, mientras que una biopsia suele incluir la eliminación de parte o la totalidad del tumor para su análisis. Tu veterinario determinará qué curso de acción es el mejor para la enfermedad de tu perro.
- Mantén a tu perro tranquilo y calmado durante la recuperación de sus procedimientos. Probablemente estará abatido y sentirá dolor por la cirugía, así que mímalo y déjalo descansar todo lo que necesite para recuperarse antes de permitir que juegue demasiado o reanude otras actividades extenuantes. Tu veterinario se pondrá en contacto contigo cuando tenga los resultados para hablar de la salud y el diagnóstico de tu perro una vez que tengas una respuesta definitiva acerca de sus tumores.