¿QUÉ OPINAS SOBRE LLEVAR TU MASCOTA A TU LUGAR DE TRABAJO?
Cada vez son más las compañías que permiten a sus empleados acudir al trabajo con sus mascotas. (No es el caso en Puerto Rico) Y es que trabajar cerca de animales reduce el estrés, mejora la comunicación entre los compañeros y aumenta la satisfacción en el trabajo.
Para llevarlo a cabo, hay que asegurarse de que todo el personal esté de acuerdo, especialmente aquellos empleados que no tienen animales domésticos, y establecer unas reglas básicas para asegurar un buen ambiente.
Todos los empleados deben estar de acuerdo
Para evitar situaciones desagradables, hay que asegurarse de que los animales van a ser bien recibidos por el personal. Sería conveniente verificar si las personas más cercanas sufren de alergia por el pelo de las mascotas, o sienten algún tipo de fobia hacia los animales.
Seguro de daños
Incluso el más manso de los perros se puede volver hostil en un entorno desconocido o en presencia de otros animales. Para no correr riesgos, sería conveniente un acuerdo escrito donde los dueños de los animales se comprometieran a asumir cualquier daño causado por su mascota. Y cada mascota debe estar debidamente vacunada.
Elegir los días de la semana que se aceptan mascotas
Trabajar entre animales puede resultar maravilloso pero también puede ser una distracción. Así que, para que la productividad no se resienta, se pueden escoger ciertos días de la semana en los que se pueda acudir a la oficina con la mascota. Se puede dar cierto tiempo de prueba, como un programa piloto para verificar si en el caso de su lugar de trabajo funciona o gana más la distracción. El período de tiempo debe ser más o menos de 3 a 6 meses.
Limitar el número de animales
Otro tema a tener en cuenta es la cantidad de mascotas que se puedan asumir sin resultar un incordio para el resto de trabajadores, en otras palabras, definir el “aforo animal”. Una buena solución es compartir un calendario donde el equipo pueda inscribirse según la fecha y la compatibilidad con el resto de peludos. Imagínense una compañía de 100 personas y 100 mascotas… La prudencia es bien importante.
Zonas libres de mascotas
Las mascotas deben tener una zona limitada por donde moverse. Es buena idea establecer unas normas para las salas de reuniones o para las zonas de descanso que el equipo utilice para comer.
Espacios seguros para los animales
Es muy importante revisar las zonas donde los animales puedan acceder. Hay que retirar o proteger objetos y cableado y mantener cerrados los contenedores, especialmente de basura. Ya conocemos la curiosidad de nuestros peludos y no queremos sustos. También es buena idea colocar un cascabel a los animales más pequeños para evitar pisarlos si no los tenemos a la vista.
Crear un comité
Es necesario que haya un grupo de personas responsables de la organización y supervisión de las mascotas a quien poder acudir para compartir opiniones, acerca de la experiencia de trabajar con animales, y también donde se recojan las sugerencias de los empleados. A esto nos referimos con un programa piloto. Luego de compartir esas experiencias, la compañía puede determinar si se mantiene o no.
Llevar todo lo necesario
Los dueños de las mascotas deben asegurarse de llevar todo lo que el animal pueda necesitar para pasar cómodamente el día (comida, juguetes, cama, etc.) y todo lo necesario para la limpieza de posibles accidentes fisiológicos (bolsas plástico, detergente, cepillo, rodillo quita pelos, etc.)
CUANDO NO LLEVAR A TU MASCOTA A LA OFICINA
Habrá circunstancias en las que la mejor opción será dejar a nuestra mascota en casa:
- Si no se encuentra en perfectas condiciones de salud y con todos sus tratamientos periódicos al día (vacunas, antiparasitarios, higiene, etc.) para evitar propagar gérmenes o parásitos a otros animales o a las personas.
- Si es hiperactiva. En estas situaciones habrá que valorar dejarla en casa o limitar el tiempo de visita para no molestar a los compañeros o al resto de animales.
- Si es agresiva. Resultaría insensato acudir al trabajo con un animal que presentase conductas agresivas ya que podría ser peligroso para las otras mascotas y para el personal.
- Si es muy asustadiza con las personas. Podría suponer una tortura para el animal ya que, inevitablemente, las personas se acercarán a saludarlo o simplemente se encontrarán cerca de él.