Una derivación portosistémica (PSS) es una conexión anormal entre el sistema vascular porta y la circulación sistémica. La sangre procedente de los órganos abdominales que la vena porta debería drenar hacia el hígado, es derivada en cambio a la circulación sistémica por la PSS. Esto significa que una parte de las toxinas, proteínas y nutrientes absorbidos por los intestinos puentean el hígado y son derivados directamente a la circulación sistémica. Hay dos categorías de derivaciones congénitas, extrahepáticas (fuera del hígado) e intrahepáticas (dentro del hígado). Aunque la mayor parte de las derivaciones portosistémicas son congénitas (el perro o el gato nace con la derivación), bajo determinadas circunstancias pueden adquirirse derivaciones portosistémicas con carácter secundario a otro problema de hígado (derivaciones adquiridas).

En una mascota normal, la sangre que sale de los intestinos, el bazo y el páncreas entra en la vena porta, la cual luego la lleva al hígado. El hígado metaboliza y destoxifica esta sangre. Si hay una derivación presente, el hígado se ve privado de factores que mejoran su desarrollo (factores hepatotróficos), lo que provoca una falla del hígado en alcanzar un tamaño normal (atrofia hepática). Un resultado habitual de la atrofia hepática es la insuficiencia hepática, que posteriormente combinada con las toxinas, proteínas y nutrientes circulantes genera frecuentemente una encefalopatía hepática (un síndrome clínico de alteración de la función del sistema nervioso central debido al fallo de la función hepática normal).

La base genética de la PSS en los perros es desconocida, pero se considera congénita y las razas afectadas incluyen:

  • Schnauzers miniatura
  • Yorkshire terriers
  • Loberos irlandeses
  • Cairn terriers
  • Bichones malteses
  • Perros ganaderos australianos
  • Golden retrievers
  • Ovejeros ingleses
  • Labrador retrievers

Las derivaciones extrahepáticas individuales son habitualmente congénitas y afectan a razas pequeñas y miniatura, mientras que las derivaciones intrahepáticas individuales afectan a razas grandes. Los gatos casi siempre tienen derivaciones extrahepáticas y la gástrica izquierda es la más frecuente.

Las PSS adquiridas son casi siempre de vasos múltiples, que se desarrollan en respuesta a la hipertensión hepática. Pueden producirse en cualquier raza o edad del animal. Son un mecanismo compensatorio para evitar o demorar la insuficiencia hepática. Como tales, no pueden ligarse sin provocar síntomas graves y el control médico es la única opción de tratamiento.

Manifestaciones Clínicas:

Los animales con derivaciones portosistémicas congénitas pueden presentar:

  • Talla corporal pequeña
  • Intolerancia a la anestesia: recuperación prolongada después de un episodio anestésico
  • Anomalías de comportamiento

Los signos son a menudo episódicos y pueden ser más apreciables después de comer. Estos signos neurológicos se deben al síndrome de encefalopatía hepática. Los signos de una función neurológica anormal incluyen:

  • Ataxia (bambolearse como si estuviese borracho)
  • Convulsiones
  • Ceguera
  • Presionar la cabeza contra objetos

 Otros signos pueden incluir:

  • Anorexia (pérdida del apetito)
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Sialorrea (hipersalivación): se ve con más frecuencia en gatos
  • Poliuria/polidipsia (micción/ingesta de líquidos excesivos)
  • Estranguria (dificultad para orinar)
  • Hematuria (sangre en la orina)

Diagnóstico:

Si el veterinario de atención primaria sospecha que su mascota tiene una derivación portosistémica, se aconseja realizar un chequeo diagnóstico completo. Algunos de estos diagnósticos puede realizarlos el veterinario de atención primaria, pero posiblemente también lo remitan a un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS) o a un centro veterinario especializado para un diagnóstico adicional. Un chequeo completo puede incluir:

  • Análisis sanguíneo
  • Análisis de orina
  • Pruebas de la función hepática (ácidos biliares y amoníaco). Los ácidos biliares se miden después de una noche en ayunas (“preprandial”) y transcurridas 2 horas después de comer (“postprandial”). En perros con PSS, aumentan uno o ambos conjuntos de ácidos biliares. Los ácidos biliares pueden aumentar con cualquier enfermedad hepática, por lo que un nivel elevado de ácidos biliares no es específico de las derivaciones portosistémicas congénitas.
  • Radiografías
  • Ecografía
  • Gammagrafía nuclear (una técnica no invasiva que implica la administración colónica de un radioisótopo)
  • Portografía (un estudio radiográfico con un tinte que resalta específicamente el sistema porta
  • TC con contraste intravenoso

Tratamiento

  • Control médico: Antes de que pueda realizarse la cirugía, es posible que haya que estabilizar médicamente a la mascota.
  • Control quirúrgico: El tratamiento de elección para una PSS individual es una atenuación (estrechamiento) quirúrgica o una ligadura (atado) completa del vaso con la derivación anormal.

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