CONSEJOS PARA BAÑAR A TU PERRO
Paso 1: Asegúrate de tener el champú adecuado
Usar un champú para perros regular (no champú anti-pulgas) es lo mejor. No utilices champú para humanos ni tampoco jabón de barra, jabón de ropa ni jabón de trastes ya que pueden irritar la piel de tu perro y causarle alergias.
Paso 2: Cepíllalo y sacúdelo
Puedes utilizar una toalla húmeda normal o una de esas toallitas para bebés (biodegradable) para quitar el exceso de tierra y polvo. Después cepíllalo para quitar pelo muerto y nuevamente remover más suciedad.
Paso 3: Moja a tu perro con agua templada, ni fría ni caliente
Si hace frío puedes bañarlo con agua tibia pero evita el agua caliente ya que puede dañar su piel y por otro lado provocarle resfriado por el cambio de temperaturas. Empieza a mojarlo desde el cuello hasta la cola. Al inicio del baño omite la cabeza. No uses directamente la manguera, hay que cuidar el agua y para ello lo mejor es utilizar cubetas. Así podremos controlar la cantidad y evitar desperdicios.
Paso 4: Aplica el champú
Aplica un poco de champú (la cantidad varía de acuerdo al tamaño del perro y el largo del pelo). Siempre es mejor que te falte aplicar más champú a que al inicio apliques una cantidad demasiado abundante (te costará mucho enjuagarlo).
Paso 5: Mide muy bien todo el cuerpo de tu perro
Asegúrate de que no le caiga champú ni agua directamente dentro del conducto auditivo. Las orejas y el pabellón auditivo podrás limpiarlo después con un algodón húmedo. Aprende más sobre el cuidado de oídos aquí. No olvides lavar las patas y por entre las almohadillas y dedos.
Paso 6: Enjuaga, enjuaga y vuelve a enjuagar
Debe quedar todo el pelaje libre de champú. Cuando ya no queden residuos de champú, notarás que el agua corre suave y libremente sobre tu perro. Si dejas residuos podría provocarle comezón y ardor.
Paso 7: Deja que se sacuda
Cuando están mojados, los perros sienten esa necesidad de sacudirse de inmediato. Si quieres evitar que salpique demasiada agua, envuelve su lomo con una toalla. Después de que se sacuda, sécalo muy bien con la toalla. Si tu perro se deja y tú lo deseas, puedes usar una secadora de pelo pero deberás utilizarla en aire a temperatura normal (no utilices aire caliente) y alejarla por lo menos 30 centímetros del cuerpo de tu perro para evitar resecar su piel. Si usas secadora, no la pases cerca de sus oídos.
* TIP: Si tu perro es de los que preferirían no bañarse nunca, asegúrate de tener sus premios favoritos a la mano para que cada vez que se porte bien durante el baño (es decir si permanece quieto y tranquilo) puedas premiarlo por su buena conducta. Así aprenderá que bañarse es una buena experiencia. No lo obligues, no lo regañes y mucho menos le grites o le pegues. Él necesita aprender que bañarse no es algo malo y que no tiene nada que temer. Para ello deberás motivarlo, premiarlo y hacer que el baño sea una experiencia relajada y agradable.